Atomic Heart, una mezcla de géneros, sin atinarle a ninguno.
Atomic Heart es como cuando quieres abarcar mucho pero no le atinas a ninguno, o como decíamos en la escuela, paso de panzaso. Recomendable solo si lo encuentras en oferta o mejor aún si cuentas con Gamepass en Xbox, pues está dentro de la suscripción, y hasta ahí.

¿Qué pasaría si pusiéramos en una licuadora los juegos de Bioshock, Wolfenstein, Doom y una pizca de Fallout? Asi es, tendríamos Atomic Heart, pero que a diferencia de los juegos a los que hace referencia, carece de una identidad propia.
Si, es novedoso porque trata sobre una realidad en la que la antigua Unión Soviética no ha desaparecido y ahora es el país dominante a causa del desarrollo de una forma avanzada de tecnología robótica que a final de cuentas termina terriblemente saliéndose de control y es tu deber averiguar qué fue lo que pasó y que o quien está detrás de esta insurrección de las máquinas.
Además, es notoriamente sobresaliente el estilo artístico que tiene porque nos vemos caminando por edificios e instalaciones tal y como lo eran en la antigua Rusia, pero mezclados con influencias futuristas que, aceptémoslo, están muy bien logradas. Y ya que estamos en eso, los personajes no se quedan atrás, muchos de nuestros aliados parecen salidos de una película retro y los robots aliados como las gemelas, son muy llamativas y evocan de verdad una Rusia Futurista, obviamente los enemigos están al mismo nivel.

Cabe destacar que todos los enemigos se mueven de una forma muy realista al atacarte o arrastrarse, lo cual actualmente no es algo nuevo, pero si lo es porque viene de un estudio desarrollador no muy grande y más aún, si Atomic Heart es visualmente maravilloso como su juego debut, y que este es su primer juego, imaginen lo que más adelante podrían crear con otro tema.
Sin embargo, los gráficos no lo son todo, ya que el otro aspecto fundamental de un juego es la jugabilidad, valga la redundancia, y es ahí donde empezamos a ver sus carencias, porque si bien en la mayor parte es un juego de combate clásico en primera persona, con todo lo que implican los encuentros y estrategias de disparos, existen algunas partes en las que se tiene que pensar como si fuera un juego de plataformas, y es ahí donde se vuelve frustrante porque los controles no son lo más exacto del mundo, ni tienes referencias visuales bien definidas para poder hacer lo que se te pide, además de que la dificultad de los enemigos en muchas ocasiones termina cayendo en lo que uno creería injusto por exigirle al jugador una casi perfecta sincronía para evadir ataques que muchas veces no se logra y termina siendo frustrante.

Por otro lado, los escenarios, aunque si sean llamativamente agradables, terminan siendo repetitivos y además no ayuda el que muchas veces tienes que recorrerlos a la fuerza porque de otra forma no obtienes el objeto que requieres para progresar, es decir, casi no cuentas con la libertad de hacer lo que tú quieras, sino lo que el juego te obliga a hacer a la de sí o sí. Aun así, con un poquito de paciencia, puede ser llevadero, pero tienes que poner de tu parte, o terminarás dejándolo por un rato como me ocurrió a mí.
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Y pasamos a la historia, que como habíamos dicho si es llamativa, pero esto no aplica a los diálogos de los personajes y de varias de las situaciones que vemos durante el juego, ya que parece como si fuera dirigido a una audiencia de adolescentes calenturientos, porque solo tienes que escuchar como las estaciones de servicio que parecen un refrigerador antiguo te hablan como si estuvieras dentro de una sosa película sexosa de los 90, o por ejemplo una ciudadana huyendo de los ataques diciéndote que hay que huir o los robots “nos follarán por el culo y sin vaselina”. Lo sé, lo sé, están a modo de broma, pero parecen muy fuera de lugar y no muy acorde al juego y así le resta un poco de seriedad que, le hace mucha falta.

Al final tenemos un videojuego que sobresale en muchas cosas, es visualmente muy atractivo, se notan muchas influencias de otros juegos como los que ya dijimos y se ve que hubo mucho trabajo detrás de él para poder logar este nivel de calidad, por un estudio desarrollador sin mucha experiencia. Además, los escenarios, la mayoría contienen la suficiente diversidad para que no sea tan tedioso recorrerlos, los combates por su parte también en la mayoría cubren con el mínimo atractivo para hacer que vuelvas por más, pero que tampoco sobresalen mucho, la historia aplica lo mismo, cubre el mínimo requisito para que se sostenga en pie.
Y si lo sumamos todo, nos damos cuenta de que Atomic Heart es como cuando quieres abarcar mucho, pero no le atinas a ninguno, o como decíamos en la escuela, paso de panzaso. Recomendable solo si lo encuentras en oferta o mejor aún si cuentas con Gamepass en Xbox, pues está dentro de la suscripción, y hasta ahí.