El Exorcista del Papa, o como cuando no todo tiene que ser tan serio
El Exorcista del Papa, nos narra un exorcismo tan clásico, pero a la vez sin tomárselo en serio, en una época en la que el género se ha quedado estancado, llega esta bocanada de aire fresco, que no revoluciona, sino que entretiene, y eso es de agradecer.

Recuerdo mucho que cuando era niño, mis papás hablaban mucho sobre como la película del Exorcista, basada en el libro del novelista William Blatty, les había dado muchísimo miedo, y en las noticias fue común ver comentarios de la gente que aseguraba haber tenido pesadillas después de haber visto la película, así de emocionante, exitosa y novedosa fue El Exorcista.
De ahí en adelante el tema se diversificó, se transformó y ahora hay un abanico muy grande de películas sobre el tema, como el de Emily Rose, Verónica, REC 2, Aneliese, Requiem, Warren Expediente Enfield y hasta otros más como Constantine, sin olvidar El Rito, comúnmente conocido por “Juay Derrito”.
Dejando fuera a la mayoría de las demás que no aportan mucho o son de plano muy malas o copias burdas que no valen la pena tomar en cuenta. Ahora en pleno 2023 llegó a los cines “El Exorcista del Papa” Protagonizada por Russel Crowe, en el papel del sacerdote Gabriele Amorth de quién creo que no necesita presentación pues todos sabemos la clase de actor de primer nivel que Russel es.

El exorcista del Papa sin entrar en muchos detalles que puedan echar a perder la experiencia de verla, se basa en los exorcismos que el exorcista oficial del Vaticano tiene que practicar y sus métodos poco usuales para hacerlos, pero eso sí, llenos de mucha fe en dios.
La sinopsis oficial nos dice que Julia ha quedado viuda tras el fallecimiento de su esposo en un accidente automotriz en los Estados Unidos y tras el golpe económico que esto le implicó, no tuvo de otra más que irse a España con Henry, su hijo pequeño y su hija adolescente Amy, a vivir por un tiempo en la Abadía que su esposo le heredó.
Y si te estás imaginando que este inicio de una película de horror que comienza con una casa recién habitada y que la casa tiene sus secretos, déjame decirte que estás en lo correcto, pero obviemos este hecho por un momento y sigamos adelante, analizando lo que el sacerdote Gabriele Amorth tiene que ver en esto.
Empezamos con decir que esta cinta no es precisamente de horror, ni de terror, ni de acción o de humor, es una mezcla de todo, así es, tiene todos los elementos que acabamos de decir. El lado del horror y terror viene por la posesión del niño pequeño y la relación del demonio con el pasado de Gabriele Amorth, un poco de acción por los métodos poco usuales en este tipo de películas y el humor y sarcasmo con el que Gabriele se afronta a este exorcismo.

Y la parte de excentricidad con la que se desenvuelve Gabriele en la historia no es una exageración ni una libertad creativa, ya que en la vida real también hacía exorcismos como en la película, en sesiones cortas, por semas, meses o incluso años, fue además de los que de manera oficial contó cómo era verdad que los demonios arqueaban sus espaldas, giraban 360 grados la cabeza y hasta que el que un poseído te vomitara o escupiera, era lo más común que ocurría en los exorcismos.
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Uno de los datos que más sobresale sobre Gabriel es que incluso se atrevió a hacer exorcismos por teléfono y cerca de sus últimos días, hacia exorcismos exitosamente hasta por internet en sesiones por Skype. Esto por supuesto no ocurre en la película, pero te da una idea sobre el tipo de persona que era Gabriele Amorth en la vida real.
Con esto por delante, sabrás el enfoque tiene la cinta en la que como decíamos, no se toma las cosas en serio, más que algunas ocasiones, lo suficiente para darle peso y sustentar la historia hasta culminar, pero por lo demás no existen sustos con ruidos imprevistos, ni escenas grotescas que te incomode ver.

Por último se nota también que Russel Crowe sabe muy bien su papel y como era Gabriele Amorth en la vida real, y de la misma forma, tampoco se toma muy en serio su papel, y es por eso que se le ve cómodo con sus diálogos, con la historia y con la película, porque sabemos que no va para festival ni para premios, sino para pasar una tarde entretenida con unas palomitas y un hot dog y eso Russel lo sabe muy bien, por eso desde nuestro sillón, recomendamos ver El Exorcista del Papa, sin muchas pretensiones más que desconectarte un rato del estrés de la vida real.