Twisted Metal, la serie de TV ¿sorpresa o decepción?
No es de extrañarse que, como lo habíamos comentado en los últimos artículos, Hollywood poco a poco está volteando a ver el mercado de los videojuegos como potenciales franquicias de series de televisión o películas. El último ejemplo es la cinta de Mario Bros., en animación por computadora y que resultó en un éxito en taquilla, sobrepasando varios récords de recaudación, y con ello recordamos que también se está preparando una serie de televisión de Fallout por parte de los estudios de Amazon Video.
Y con todo este tema sobre la mesa, el último videojuego que me pasaría por la cabeza que pudiera adaptarse en una serie, es Twisted Metal, sí, aquel juego del PlayStation original que salió en 1995, el cual tenía una historia muy simple y era uno donde el ingrediente principal era el combate entre vehículos modificados con armas y cañones en una arena cerrada, derrotarlos a todos y quedaba ganador el auto que sobreviviera.
Y de eso se trataba TODO EL JUEGO.
Así que, con esa pequeña semblanza, cuando me enteré de que no solo se estaba haciendo una serie de Twisted Metal, sino que incluso ya estaban disponibles sus 10 episodios, decidí darle una oportunidad, esperando realmente que fuera material al nivel de una película dirigida por Uwe Boll, ¿se acuerdan de él? El tipo que dirigió la espantosa cinta del videojuego Alone in The Dark, entre otras más, y que incluso retó a golpes a los críticos que opinaban que sus películas eran una basura. Bueno, ahí estaba mi nivel de expectativa, casi al nivel del piso.
Pero contra toda expectativa y prejuicio comencé el primer episodio, y luego el segundo y así, hasta que cuando menos lo esperé, ya llevaba cinco episodios al hilo y quería seguir viendo, pero ya casi amanecía y había deberes que atender, después de todo, era entretenida, pero no perfecta ¿por qué me gustó?
En la serie de Twisted Metal, al igual que el juego de video, estamos en un mundo post apocalíptico al estilo de Mad Max, incluyendo los múltiples y variados personajes distópicos en donde los protagonistas principales, The Milkman y Quiet, interpretados por Anthonie Mackie y la argentina Stephany Beatriz se ven en la necesidad de terminar colaborando juntos en esta historia.
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The Milkman, es una especie de mensajero que tiene que ir de un lado a otro sorteando los peligros del camino para poder entregar los paquetes que se le han encomendado y así ganarse la vida, todo a bordo de su auto llamado “Evelin” mismo auto que también termina por convertirse en un tipo de personaje más de esta serie. En una de tantas entregas, se le ofrece que si lleva un paquete y regresa dentro del límite de los 10 días requeridos, The Milkman se asegurará una estancia en la ciudad llamada “El Nuevo San Francisco” una ciudad amurallada con todos los lujos inimaginables que ni de chiste existen allá afuera, así que nuestro personaje decide aventurarse a cumplir la misión y ganarse el premio prometido.
Durante los 10 episodios que dura esta serie, poco a poco vamos conociendo el trasfondo de muchos de los personajes y como llegaron ahí, incluyendo el de la co protagonista “Quiet”. Ya sea conociendo en el camino otras personas que se relacionan con ellos, o mediante flashbacks que nos enseñan como fue que terminaron en este lugar de la historia. Y algo muy importante que no se debe olvidar, es que el tono de la serie es muy del estilo mundo apocalíptico sangriento y con humor negro y sarcasmo como el que se ve en las películas de “Deadpool”, con este concepto, sabrás muy bien que es lo que hay que esperar de Twisted Metal.
Y es que aunque Anthony Mackie, mejor conocido por muchos por las películas de Marvel con su personaje del superhéroe “The Falcon” no es de mi agrado porque siempre me ha parecido con la misma gracia para actuar que un sillón, ahora en Twisted Metal tiene que hacer comparsa con la actriz de origen argentino Stephany Beatriz quién en su haber solo ha tenido papeles no muy destacables, y sorpresa, ambos tienen una química en pantalla muy buena en dónde se nota realmente que ni ellos mismos se toman en serio sus papeles y que se están divirtiendo de verdad, transmitiendo esa diversión a nosotros los espectadores, creando una buena serie muy digerible, palomera y digna de dedicarle algunas horas de entretenimiento.
Seguramente no va a ganar ningún premio ni es la mejor de las adaptaciones de los videojuegos a la televisión, incluso yo no le tenía fe, pero me dio mucho gusto haberle dado una oportunidad, porque gracias a eso pude disfrutar de 10 episodios que me sacaron de mi realidad por un rato y me da la confianza de que aún podemos esperar buenas historias sacadas de los videojuegos, incluso de aquellos que ni siquiera nos imaginamos.
Yo no puedo esperar ya por la temporada 2 de Twisted Metal, dale una oportunidad, verás que vale la pena.
CALIFICACION: 8/10