Wild Hearts, la salvaje cacería con lenguaje inclusivo.

Wild Hearts es uno de los juegos que se disfruta mejor en compañía y que contiene un amplio mundo de fantasía y mitología asiática, como pocos juegos, con un gran reto a vencer, una vez que puedes superar que los controles no son tan intuitivos

Wild Hearts, la salvaje cacería con lenguaje inclusivo.

Solamente por el nombre, Wild Hearts o corazón salvaje, no quiere decir que estemos hablando de aquella novela con Eduardo Palomo y la guapísima Edith González, a quién por cierto ambos seguramente son felices en el cielo, pero regresando al tema, quiere decir que por los videos que anteriormente circulaban en las redes, daba la impresión de ser otro clon de los juegos Monster Hunter, pero no, Wild Hearts es mucho más que eso, es uno de los mejores juegos del año.

Ello es debido a que para empezar, sí, Wild Hearts si se parece en estilo a Monster Hunter y guarda mínimas coincidencias, pero solo eso, porque este título de creación original de los estudios Omega Force, conocidos por la larga serie de juegos Dynasty Warriors y Electronic Arts, que. Por esta ocasión, parece tener un juego ganador y sin controversia.

La historia de Wild Hearts, a diferencia de los juegos Dynasty Warriors, no tiene una historia muy compleja, ya que trata sobre como la ficticia tierra de Azuma, se ve perturbada por una oleada de maldad que perturba a los “Kemonos” que son las bestias míticas del lugar y que vienen siendo lo mismo que un demonio, y si, de ahí también podría salir una referencia al célebre personaje de la lucha libre mexicana “KeMonito” pues en esencia, nuestro luchador también basa su imagen en lo que seria un demonio.

Y ya que estamos hablando de los Kemonos, como podrás haberte dado cuenta, muchos son de un gran tamaño y de una considerable dificultad, por lo que no podrás vencerlos a base de la fuerza bruta, por así decirlo, puesto que cada uno de ellos tiene un amplio rango de ataques que no son fáciles de eludir y que forzosamente es necesario un eficaz plan de ataque que tendrás que compaginar con el uso de la técnica llamada “Karakuri” que básicamente es un método para construir un mecanismo que te ayude en las misiones y que puede consistir en crear cubos para escalar hacia áreas que no son fácilmente accesibles, o para trepar y poder atacar a una gran altura y hasta para poder crear una especie de tirolesa para poder cruzar grandes áreas del mapa rápidamente, entre otros muchos tipos de Karakuri más.

Pasando a los controles, viene mi mayor queja, ya que en Wild Hearts se usan principalmente los botones gatillos para más de una sola cosa, por ejemplo al presionarlo ligeramente podrás recoger materiales que encuentras en el camino, pero si lo dejas presionado por unos instantes más, invocarás una especie de guía espiritual que te muestra el camino a seguir para encontrar el objetivo, lo cual llega a crear que de repente en el calor de la batalla quieras recoger un objeto y termines invocando una guía

Ahora, ya sea que estés familiarizado con algunos términos del folclore de Asia, o no, de todas formas, será imposible no sentirse un poco confundido con todos los términos que se usan para nombrar los objetos curativos, las armas, las armaduras, todo, absolutamente todo, incluidos los enemigos, lo cual a la larga puede volverse un poco abrumador.

Otro de los aspectos que no logran convencerme del todo, es que el sistema para subir de nivel, tanto tu personaje como las armas, es bastante pesado y requiere que recolectes una gran cantidad de objetos y que vuelvas a derrotar a los mismos jefes de nivel una y otra vez para conseguir lo necesario para poder mejorar tus armas, y aunque esto le aumenta un poco la duración, en realidad termina por ser un poco tedioso.

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Pero pasando a lo mejor que el título ofrece, podemos encontrar que las áreas del juego son bastante amplias, coloridas y que tienen un atractivo que te hace querer recorrer todos los rincones, ya que muy seguramente encuentres áreas con uno que otro objeto diferente y enemigos que no son comunes. Y puesto que hablamos de los enemigos, estos son bastante creativos y con un diseño de arte muy llamativo, lo cual se puede decir también de los personajes que puedes crear con el editor de personajes que tienes a tu disposición desde el principio, además de que durante el juego podrás crear armaduras, armas, talismanes y una amplia variedad de adornos y vestuarios para tu personaje y darle tu toque distintivo y personal para que a la hora de que puedas jugarlo en línea con hasta otros dos de tus amigos, tu personaje se pueda distinguir muy bien de los demás.

Y ya que hablamos del aspecto social que es muy necesario para poder progresar en el juego, Wild Hearts es el primer juego que puedes configurar para que el lenguaje que se use, sea incluyente, es decir que si así lo deseas, el juego se puede referir a ti como “elle” o en vez de usar “uno o una” se use “une”.

Haciendo un resumen, Wild Hearts es uno de los juegos que se disfruta mejor en compañía y que contiene un amplio mundo de fantasía y mitología asiática, como pocos juegos, con un gran reto a vencer, una vez que puedes superar que los controles no son tan intuitivos y que te costará acostumbrarte un poco, pero que una vez que lo haces, te deja ver que no es tan malo y que tampoco es tan corto como para que te dure unas cuantas horas, y se convierte en el pretexto ideal para pasar el tiempo el fin de semana.